Extendiendo la bienvenida

¡Hola! Gracias por visitar mi blog que se trata del alcoholismo. Estoy investigando como esta enfermedad puede manifestarse con otros problemas mentales y una vida familiar constreñida. Espero que la información que se encuentra aqui puede ayudar a todos los que están afectados por esta adicción poderosa.

Friday, December 9, 2011

Persuasión - Nuestra edad de responsabilidad

           Cada sociedad ha intentado localizar una edad que refleja la madurez requerida para tomar alcohol.  Algunas leyes nacionales dicen que la edad de 21 es la edad apropiada, otros dicen que 16, y algunas incluso contienen ninguna edad definitiva permisible en su legislación.  Los estados unidos es uno de los países más conservadores del mundo con respeto a sus políticas relacionadas al tomar alcohol.  Es uno de cinco países del mundo que requiere que una persona sea de la edad de 21 para comprar y consumir el alcohol (Rufadas 2007).  Aunque la ley fue creada en 1987 para combatir el numero creciente de muertes asociadas con el alcohol, hay un subgrupo de gente en los estados que cree que este ley simplemente empeora el problema del abuso del alcohol por los adolescentes.  Defensores de esta teoría proponen que los EEUU siga el modelo de Europa que no restringe tanto el consumo durante los años adolescentes.  Se cree que esta política más liberal fomenta una actitud responsable con respeto al beber.  Con este ensayo pienso negar esta teoría mientras apoyando que la edad de tomar legalmente no deba ser reducida.  
            Una de las soluciones propuestas más populares para el problema del consumo de menores es tratarlo como lo tratan los europeos.  En Europa, permiso para tomar bebidas alcohólicas más o menos coincide con la madurez sexual.  Se dice que aunque muchas barras no servirán a un joven de dos años de edad, la mayoría no vacilan en servir alguien que parece tener 13 años (Rufadas 2007).  La formalidad de verificar la edad por medio de chequear la identificación como en los estados unidos es una práctica extranjera.  Además, debido a que el alcohol es tan accesible, se supone que su atraer como lujo prohibido está diminuido.  Así, como reacción en cadena, los jóvenes no abusan del alcohol por tomar en cantidades excesivas.  Sin embargo, según un estudio publicado por el departamento de la justicia de los estados unidos, la mitad de los países europeos incluidos en el estudio tenían niveles superiores de intoxicación entre adolescentes en comparación a los estados y un cuarto de los países europeos tenían niveles comparables (USDOJ 2001).  Desafortunadamente, estas estadísticas significan que el 75 por ciento de los jóvenes en Europa está sujeto a los problemas comunes de beber durante la adolescencia (los cuales serán discutidos más extensamente luego).  De este modo, no se puede decir que para simplemente integrar el alcohol temprano en la vida o de una manera más gradual hace que se evite el problema de consumir alcohol durante la adolescencia.  La mejor estrategia sería hacer investigaciones sobre lo que el 25 por ciento de los países europeos cuyos adolescentes no están bebiendo tanto están haciendo para minimizar el número de botellones jóvenes.  Probablemente, este éxito resulta de una combinación de muchas cosas, pero todavía vale la pena investigar para que una solución se pueda encontrar y podamos dar a nuestros niños futuros una mejor experiencia de vida. 
            Otra razón porque la edad legal de tomar no debe ser reducida es porque consumo excesivo durante los años adolescentes es muy peligroso.  Mucha gente ya conoce los riesgos asociados con consumir alcohol (la dependencia, los problemas cardiovasculares, el cambio de la personalidad, etc.).  Pero lo que no sabe mucha gente son los peligros de tomar durante los años adolescentes.  Un artículo de un periódico español que se llama ElPais publicó unas estadísticas sobre consumir en cantidades excesivos durante la adolescencia.  Según el artículo, para beber intensamente  durante la adolescencia provoca retrasos o desarrollo incompleto de las regiones frontales del cerebro (ElPais 2007).  El artículo sigue con explicar que la región frontal del cerebro es la parte asociada con la atención y habilidades de razonamiento (ElPais 2007).   La oposición tal vez diría que a pesar de estos hechos, para reducir la edad legal de tomar sería todavía la mejor opción porque al quitar la noción del alcohol como tabú o algo prohibido, se quitará a la vez el querer para rebelar.  Pero lo que proponentes de esta solución necesitan tener en cuenta es que la adolescencia es un tiempo de maduración rápida.  Los jóvenes durante este tiempo están intentando encontrar su propia identidad, lo cual crea una época muy confundida.  Por eso no es justo darles a los jóvenes aun otra responsabilidad además de la gran tarea de madurar y encontrarse, especialmente cuándo no están conscientes de la diferencia entre el abuso y el respeto de una sustancia.  La mejor solución entonces es pedir que la gente experimente con el alcohol cuando haya alcanzado una edad mayor, cuando más experiencia de la vida haya sido obtenido y la habilidad de tomar buenas decisiones sea más refinada.
            El alcohol, en sí, es muy interesante.  Tanto que puede enriquecer a nuestras vidas, las puede destruir también.  Solamente una sustancia tan tentador pero a la vez peligroso como el alcohol justificaría un debate tan fuerte como el de la edad adecuada para beber.  Porque la sustancia del alcohol es tan yuxtapuesto con placeres y penas, hay que estar maduro en la habilidad de tomar buenas decisiones.  Desafortunadamente, esta madurez que se requiere para utilizar el alcohol de una manera respetable solo viene con el tiempo.  Al esperar hasta que las facultades mentales hayan tenido tiempo suficiente para desarrollar, esperamos el día en que podamos evaluar con una perspectiva madura y educada para decidir si ya estamos listos para encargarnos con la responsabilidad de tomar bebidas alcohólicas.  Solamente la madurez que se requiere para darse cuenta de eso será podido darse cuenta que para reducir la edad legal de tomar no mejoraría a nuestras problemas alcohólicos sino empeorarlos. 

Bibliografía:

Rufadas. Edad mínima para beber alcohol en el mundo. 2007. Photograph. World Drinking Map

Grube, Joel. United States. Department of Justice.Comparison of Drinking Rates and Problems: European Countries and the United States. Calverton: Pacific Institute for Research and Education, 2001. Print.

Yuste, Miguel. "El alcohol daña el cerebro adolescente."ElPais [Madrid] 20 2 2007, n. pag. Print.

Ensayo Libre - La historia del cuidador


           El alcohol fue lo que me mató.  Bueno, eso probablemente no es justo.  Tal vez sería más apropiado reconocer que me maté a mí mismo, pero por medio del alcohol.  Pero eso no es justo tampoco. 

Fue la sustancia, el veneno que me controlaba y me consumía que causó la muerte.  Por unos 20 años, yo era prisionero, encarcelado por mis propios hábitos, sin la habilidad de escapar.  Pero qué surrealista ¿no?   Que fui yo quién tantas veces extendí la mano con gusto para alcanzar la fuente de mi propia fallecimiento.  Tantas veces fui yo mismo quién traje la copa hasta mis labios para besarla con ternura mientras permitía que el veneno entrara, que se deslizara por mi garganta.  Lo irónico de todo esto fue que desde la primera instancia que el líquido tocó mis labios, sentí alivio.  El alcohol era un enemigo amoroso, mi caballo de Troya quién a la primera vista parecía cariñoso y atrayente, impresionante por su inocencia, pero que luego me traicionaría y demandaría, mejor forzaría que lo consumiera en cantidades perversas.
Tuve  mi primera copa a los 14 años de edad.  Crecí en una casa bajo el cuidado de mi madre.  Mi padre nos había dejado hacía mucho, lo cual probablemente mejoró nuestra situación, ya que él pegaba a mi madre con frecuencia.  Yo era mayor que todos mis hermanos y mi madre trabajaba por dos patrones.  Por eso, adopté el rol del cuidador, el cual me daba un sentido de responsabilidad y agencia, un propósito.  De esa manera, estaba orgulloso de mi vida mientras crecía. Me gustaba ser la única fuente de organización en la vida de mi familia.  Seguí con esa necesidad durante toda mi vida.  Cuando mis amigos y yo alcanzamos una edad mayor y empezamos a tener una capacidad emocional más grande, yo continué actuando como confidente y fuente de apoyo cuando mis amigos encontraban obstáculos.  Sin embargo, el hecho de que yo era cuidador en todos casos de mi vida se volvió la razón que era tan difícil reconocer el momento cuando yo llegué a ser quién, por fin, necesitaba la ayuda.  Tontamente, no permitía que mi familia y mis amigos reciprocaran el apoyo.  Quería ser yo el cuidador.  Y es por esa razón que encontré una manera de tener mi propia catarsis por medio de la botella.  Como yo era cuidador de mi familia, el alcohol se volvió cuidador de mí. 
Me casé con Ellie, mi mujer, a los 32 años.  Ellia era una criatura frágil, una persona cuya perspectiva de la vida dependía completamente de los pequeños triunfos y tragedias que ocurrían a través del día.  Era enfermera en un hospital.  Naturalmente venía con frecuencia a la casa con historias dolorosas sobre, por ejemplo, un matrimonio que fue destrozado por un accidente de circulación o una jovencita que lloraba por la pérdida de su propio cabello.  Pero el bello poder emocional que ella guardaba era una de las razones por la cual me casé con ella.  Había una manera para llenar mi rol auto-recetado del cuidador.  Y por un rato, el matrimonio fue bello.
Lo que nunca pensaba es que sería yo quién estaría teniendo que admitir que había sucumbido, que sería yo quién era el débil y oprimido.  Las peleas con Ellie eran pequeñas al principio pero con los años aumentaron hasta que ninguno de nosotros pudo acordarse del porqué de nuestro amor.  El consumo no era el  origen de nuestras peleas sino mi silencio omnipresente.  Nosotros nos damos cuenta de mi problema con el alcohol muy temprano en el matrimonio.  Y fue una batalla que Ellie estaba decidida a ganar, con tal espíritu humanitario.  Pero nunca en mi vida había sido yo un problema para nadie.   Y con este modelo mental, nunca me permitía sincerarme con ella.  Yo quería ser su apoyo pero nunca estaba dispuesto a ser vulnerable.  Mi orgullo sensible (o tal vez mi vanidad) hacía que fuera más fácil simplemente ignorar los problemas cuando aparecían.  En cambio, logré encontrar ciertas maneras de demostrar que todavía la amaba a pesar de esta gran necesidad de esconder el problema del alcohol.  Llevaba a cabo tantas tareas domésticas y siempre le hacía pequeños favores cuando me los pedía.  Pero el favor más grande que me pedía una y otra vez yo nunca se realizó.  Y eso fue el favor de entrar en la lucha que ella tan fervientemente quería batallar conmigo.  Pero yo no me daba cuenta que era necesario alinearme con ella hasta que ya era tarde. 
Perdí mi vida en el coche, cuándo un conductor envenado causó un choque.  Yo no había tomado ese día, pero los dioses de la ironía me aplastaron.  Es por eso que llegué a la conclusión que mi error no fue en mi falta de haber combatido el alcoholismo sino en mi resistencia y terquedad en aceptar la ayuda de los que me amaban.  Ahora nunca sabré si habría tenido la fuerza para tragar mi orgullo y vivir, realmente vivir, algo que Ellie siempre sabía hacer. 

Thursday, November 17, 2011

El alcohol y lo fácil que es sucumbir - exposición


Muchas veces a través de la historia, la imagen del alcohol ha sido exaltada.  El vino y sus efectos en el cuerpo, por ejemplo, se ve con una cierta admiración por la clase y cultura asociada con su consumo.  Además, grandes artistas han usado el alcohol para encontrar un sentido más rico de la realidad.  Robert Louis Stevenson, un escritor del siglo XIX, dijo que “el vino es la poesía embotellada.”  Esta filosofía no es un concepto nuevo.  Durante la época griega, los simposios animaban el consumo del alcohol con el propósito de abrir la mente a otras profundidades de la humanidad.  ¿Cómo es, entonces, que el otro estereotipo del alcohol es el opuesto completo de una entidad enriquecedora?  La otra imagen del alcohol es una de vicio.  El alcohol recibe la culpa por muchos sueños no realizados y ambiciones no logradas.  ¿Pero en realidad es justo asignar culpa a la sustancia en sí?  Mejor debemos enfocarnos en el consumidor para aproximarnos a la verdad sobre el alcohol.  Tal vez sería útil tomar una mirada más cercana y construir ciertos “retratos” de los diferentes tipos de consumidores.  De esta manera, podemos localizar lo que es una relación sana con el alcohol y cuándo se cruza la línea a conducta insaludable; pienso demostrar que cuando el uso del alcohol cambia de ser algo recreacional a algo afuera del control del consumidor o un mecanismo para dominar y escapar de los problemas rutinarios, el alcohol se vuelve peligroso.
            El primero tipo de consumidor es el bebedor social.  Esta persona es una que se abstiene del uso del alcohol a menos en situaciones sociales, cuando está entre familia y amigos.  El bebedor social se caracteriza por tomar lentamente y muchas veces el alcohol está combinado con otra acción social, como una comida de un restaurante, una fiesta, o una reunión familiar en un día festivo.  Un gran punto es que al alcohol típicamente es un elemento que da realce a la noche, que no es una parte fundamental del éxito de la noche (según el bebedor social).  Pero la parte más importante de la práctica de beber socialmente es que el bebedor no toma alcohol con la intención de emborracharse (elmundo.es).  Aquí es importante distinguir entre tomar para emborracharse y tomar para los efectos básicos del alcohol.  El bebedor social no intenta evitar completamente los efectos mentales del alcohol.  Cada instancia que toma, el consumidor está intentando alcanzar ese mismo estado eufórico y pacífico por el que el alcohol es famoso.  Pero definir la influencia básica del alcohol de tal manera lo hace más difícil establecer lo que compone el comportamiento peligroso.  ¿Cuándo se cruza la línea entre un estado eufórico e inocente y una embriaguez sin control?  Seguramente, muchos dirían que la diferencia entre los dos fenómenos es mínima. Yo diría que no.  Una relación sana con el alcohol es cuando la línea entre la embriaguez y euforia apacible es fuerte y determinada.  Para el bebedor social, nunca hay riesgo de equivocarse y acabar borracho.  El bebedor social demuestra control en todas situaciones por ser consciente de si mismo.  Sus patrones conductuales reflejarán esto. 
            El segundo tipo de consumidor es el botellón.  El botellón es alguien quién no utiliza el alcohol la mayoría del tiempo.  Durante los días laborales el alcohol está virtualmente ausente de la vida del botellón.  Pero cuando llega el fin de semana o una noche de fiesta, el botellón consume cantidades excesivas de alcohol.  El propósito de esta “borrachera” es llegar al estado (tal vez este es obvio) borracho.  Muchas veces, la gente que emplea este tipo de consumo son los adolescentes y adultos jóvenes quienes están tratando de vivir la vida de la fiesta (SPAN 4010 otoño 2011- “El alcohol no es un juego de niños”).  Es una teoría común que esta vida es una forma de manifestar su reciente libertad.  Es un tiempo de experimentación y a veces, indulgencia abusiva.  Aunque la imagen es que el botellón utiliza este estilo de vida para divertirse, muchas veces el propósito es escapar de la vida real, lo que causa consecuencias negativas.  Por ejemplo, ya que el alcohol provoca que las emociones subconscientes salgan a la superficie, los botellones muchas veces se encuentran demostrando arranques emocionales, algo de que por la mañana, tienen vergüenza.  En lugar de canalizar los problemas personales de una manera saludable (terapia o hablando con amigos) el botellón los deja surgir en el estado vulnerable producido por el alcohol.  Además, esta época de joven adultez crea muchos conflictos mentales dentro del individuo que está madurando.  El alcohol, desafortunadamente, agrava este tiempo complejo.  Es por eso que los jóvenes utilizan el alcohol: para encontrar alguna forma de liberación.  Entonces, en contraste con el bebedor social, el botellón tiene un problema.  El botellón usa el alcohol para escaparse brevemente de la vida real.  La intención no es adquirir perspicacia pacífica sino soltarse y desconectarse de la vida rutinaria para una noche sin límites.  Este tratamiento prefigura problemas potenciales con la dependencia del alcohol en el futuro.  Como ya en sus vidas jóvenes los botellones están empezando a soler utilizar el alcohol como mecanismo entumecedor, entonces ya están encarnando un patrón conductual que es prerrequisito a la adicción.
            El tercer tipo de consumidor entonces es el alcohólico adicto.  Este consumidor puede ser identificado por muchas características diferentes.  Pero la característica que todos los alcohólicos tienen en común es que el alcohol ha cambiado de ser simplemente algo que el bebedor quiere a algo que el bebedor necesita.  El alcoholismo es una adicción, lo cual se define como la dependencia del organismo de alguna sustancia o droga a la que se ha habituado,” en este caso, el alcohol (elmundo.es)Con el alcoholismo, el consumidor ya no tiene control sobre su consumo porque su cuerpo se ha adaptado a la depresión del sistema nerviosa central.  Por eso, cuando el alcohólico intenta dejar de tomar, su cuerpo sufre del síndrome de abstinencia, un estado activo del sistema nervioso simpático que resulta en hiperactividad e inquietud (todoalcoholismo.com).  Sin embargo, algunos dirían que el hecho de que el alcoholismo es una adicción no significa que es necesariamente comportamiento destructivo.  Hay muchas adicciones en el mundo que permiten que sus adictos cumplan vidas normales y funcionales.  Entonces, ¿qué es especialmente prejudicial sobre el alcoholismo que lo designa más peligroso que los cigarrillos o el café?  Aunque este es un buen punto, hay que tener en cuenta que el alcohol es una droga psicotrópica mucho más poderosa que estas sustancias adictivas.  Así, el alcoholismo consistentemente produce problemas relacionados a la salud mental, como la depresión, el trastorno bipolar, y otros que sí afectan mucho al bienestar del individual (todoalcoholismo.com).  Además, los efectos secundarios físicos son tan severos, que incluyen cirrosis del hígado, ataques de apoplejía, pancreatitis etc. (todoalcoholismo.com).  Por tanto, en vista de todos estos factores, seguramente el alcohólico adicto tiene el riesgo más alto de mortalidad  en comparación con los otros tipos de consumidores.  Hay que evitar este abuso del cuerpo y del espíritu a toda costa.
            No sería correcto afirmar que todos los jóvenes que toman se volverán adictos.  No obstante, cabe decir que hay una cierta correlación entre establecer el hábito de tomar a una edad temprana y la progresión del alcoholismo a través de la vida.  Aunque hay muchos factores para considerar cuando intentamos definir cómo evitar el alcoholismo, ciertamente uno de los pasos más importantes es que hay que estar siempre demasiado consciente de nosotros mismos.  En simplemente entender nuestros hábitos actuales, el riesgo de equivocarnos y terminar de adictos disminuye considerablemente.

Tuesday, October 25, 2011

Metáfora

Mi proceso de escribir es uno de progreso lento hasta la mitad de camino cuando sé a donde voy con my ensayo, aunque normalmente tiene un estructura fija.  Es como un tren que está subiendo una colina.  Aunque es dificil al principio del ensayo, cuando tengo una epifanía y el resto del ensayo tiene dirección, velocidad, aceleracción, etc.

Monday, October 24, 2011

Pregunta de Opinión

¿Como utilizas tú el alcohol?  ¿Crees que hay veces cuando demuestras abuso de la sustancia?  Si la respuesta es sí o no, ¿como caracterizarías el "abuso" para tí?  ¿Para la población en general?

Por fin, ¿qué en tu opinión es una relación sana con el alcohól?

Reseñas y Comentario


El efecto psicotrópico del alcoholismo
Normalmente, el alcoholismo está asociado con la pérdida de un trabajo o metas no logradas.  Por lo general, el alcoholismo se asocia con una persona floja y sin ambición.  Pero el componente del alcoholismo que está escondido del público son los problemas mentales que pueden salir a la superficie con el alcoholismo.  Además, ya que los problemas mentales no se pueden ver, los demás tienden a juzgar al alcohólico desde la perspectiva de las acciones físicas que el alcohólico cumple o no cumple.  Mi meta para este semestre es investigar los problemas mentales que surgen del alcoholismo y cómo se relacionan a los patrones conductuales del alcohólico.  Mi búsqueda de información consistirá en encontrar unas fuentes que demuestren el impacto de estos problemas mentales (que resultan del alcoholismo) y en cuáles maneras se manifiestan estos problemas en la vida del alcohólico. 
La primera fuente es un articulo que viene de un sitio web que se llama “Psiquiatria24x7.com.”  Encontré el artículo que se enfoca en “el alcoholismo” bajo la sección “abuso de sustancias.”  La fuente es comercial, como tiene anuncios y que también es disponible al público si utiliza un buscador en el Internet.  Se trata de los trastornos mentales que se asocian con el alcoholismo.  Además, habla de las razones genéticas por las cuales una persona puede terminar de alcohólico.  Sin embargo, aunque las razones hereditarias son importantes para considerar, me interesan más las razones sociales y el medio ambiente familiar que aumenta la probabilidad de volverse alcohólico.  Este anuncio habla de estas razones también, diciendo que además del componente genético, “también son muy importantes otros factores, tales como la presión social a beber, y la fácil disponibilidad del alcohol” (Psiquiatria24x7.com).  El artículo cita “la pobreza y las experiencias de abuso sexual o físico” que también incrementan el riesgo de que una persona se convierta en alcohólico (Psiquiatria24x7.com).  Aunque el artículo comienza con hablar de las razones por las cuales una persona se puede convertir en alcohólico, luego pasa a tratar los trastornos mentales, como la esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad, y depresión (condiciones que incrementan el riesgo de desarrollar el alcoholismo y luego están exacerbados por el consumo).  Estos trastornos pueden afectar mucho a los familiares de esa persona, lo cual aumenta mucho mi investigación.  Sin embargo, lo que falta para mí es una anécdota o historia personal de ciertos casos.  Claro, pienso compartir mi propia historia para presentarla como ejemplo de los problemas mentales que se pueden asociar con el alcoholismo.  Pero todavía hay que encontrar otras historias con que puedo hacer comparaciones y ejemplos de las maneras diferentes en que el alcoholismo puede manifestarse.
La segunda fuente será un buen recurso para investigar los problemas mentales.  Este otro sitio web es un blog médico sobre salud y enfermedades que se llama “demedicina.com.”  Parece ser otra fuente comercial como se puede ver por los anuncios en la barra lateral.  La diferencia entre esta fuente y la que se describió  anteriormente es que esta es más una base de datos de información con enlaces a otros recursos de la web en vez de una exposición.  Aunque no contiene mucha información directa sobre el alcoholismo, incluye artículos sobre varios trastornos mentales que muchas veces ocurren con alcoholismo.  Yo creo que una fuente que describe los rasgos de problemas mentales es muy importante.  Puedo entonces buscar información sobre cada trastorno que se asocia con el alcoholismo (los que están mencionados consistentemente en la literatura sobre el alcoholismo) para aplicarlos a la historia de mi propia familia y las anécdotas que me quedan encontrar de otras familias.  Por ejemplo, un problema bien establecido con el alcoholismo es la depresión.  Este sitio web describe la depresión como una enfermedad “que es manifestada a menudo por la carencia del apetito, fatiga crónica, letargo, y disturbios del sueño (somnipathy)” (demedicina.com). También dice que “la víctima puede pensar alrededor suicidio [sic], y de hecho un riesgo creciente del suicidio real está presente” (demedicina.com).  Estos datos son muy útiles para localizar las características comunes de los alcohólicos.  Ya veo ciertas síntomas de estos trastornos que existen en ciertos miembros de mi familia, y seguramente en otras también. 
La última fuente que tengo es un folleto que fue elaborado para ayudar a las familias que están en medio de resolver el problema del alcoholismo.  Este folleto viene de la “sociedad científica española de estudios sobre el alcohol, el alcoholismo, y las otras toxicomanías.”  Es una organización bien establecida para ayudar a los que están afectados por esta enfermedad (por medio de grupos de apoyo y recursos de información en España).  En contraste con las otras fuentes, esta da perspicacia de un lado muy diferente del alcoholismo.  En vez de información científica, el folleto provee apoyo emocional para la familia, un grupo muchas veces olvidado por la sociedad dominante en relación con el alcoholismo.  Creo que será útil para comparar las maneras diferentes que una familia de un alcohólico experimenta el problema.  Claro que cada escenario será muy diferente pero lo útil de esta fuente es que con ella se puede localizar los patrones conductuales de la familia que tiene un miembro que es alcohólico.  El folleto por ejemplo describe que a veces los niños de la familia pueden desarrollar problemas de comprométase por haber visto durante toda la vida cómo el alcohol puede afectar a un matrimonio (sociodrogalcohol.es).  Habrá bastante información así en el folleto, la cual puede dar lucidez a la mente de los seres queridos afectados por esta adicción. 
Aunque el problema no está completamente resuelto en mi familia, puedo citar estas fuentes para clasificar los patrones conductuales del alcohólico y los seres queridos del alcohólico y alinearlos con mi propia experiencia.  Este aspecto añadirá mucho a mi proyecto de investigación para este semestre.  Si puedo utilizar los recursos que encontré por medio de esta investigación en conjunto con mis intuiciones auto-prescritas, puedo empezar a planear cómo yo puedo evitar entregarme al mismo demonio de que ha hecho sufrir a mi padre y abuelo.  

Thursday, September 29, 2011

Ensayo Personal


El alcoholismo se define como la adicción o dependencia de consumir cantidades excesivas de bebidas que contienen alcohol.  En contraste con la adicción a tabaco, que afecta aun más de la población del mundo, el alcoholismo causa daño de una manera no simplemente física sino sicológica también.  Como yo tengo muchos miembros de mi familia que están afectados de esta, digamos, enfermedad, quiero investigar las razones más comunes por las que una persona termina toxicómano del alcohol.
Aunque ya es muy establecido que hay una influencia genética, lo que más me interesa es el fondo familiar del alcohólico.  ¿Tienden a venir de familias rotas?  ¿Hay normalmente un elemento de dolor emocional que el alcohólico está intentando entumecer?  Además, quiero investigar cuáles son los efectos secundarios sicológicos de abusar el alcohol hasta el punto de ser alcohólico.  Por ejemplo, mi abuelo paterno sufría del alcoholismo por una gran parte de su vida.  Después de que desarrollara su dependencia, otros problemas mentales salieron a la superficie también.  Estuvo diagnosticado con trastorno bipolar y también trastorno antisocial de la personalidad.  Huelga decir que la compilación de estas tres enfermedades (el alcoholismo incluído) afectó a mi padre y su hermana mucho.  Mi padre ha tenido problemas con su salud mental también, lo cual afecta su vida mucho y ha causado estrés para mi propia familia.  Tengo la intuición fuerte que sus problemas están relacionados al alcoholismo de su padre.  Entonces, hay tres cuestiones en las cuales me quiero enfocar.  Primero, ¿qué son las características de la niñez que tienden a llevar al alcoholismo y por qué?  Segundo, ¿qué otros problemas mentales normalmente se asocian con el alcoholismo?  Y por último, ¿qué es el efecto en los niños que crecen bajo el cuidado de un padre (o dos) que es alcohólico? 
Pienso responder a estas tres preguntas en forma de una tesis que haga una afirmación nueva sobre el alcoholismo que surja de un fondo científico combinado con mi propia experiencia.  Quiero caracterizar la vida de un alcohólico sin tener que localizar una sola fuente del problema.  Seguramente, el problema es multifacético y cada escenario individual será complejo y diferente.  Sin embargo, una tesis potencial que es más amplia podría intentar establecer los característicos de los medios ambientes familiares que producen niños que eventualmente se volverán alcohólicos.  Además quiero investigar las razones por las cuales el alcoholismo es circular; muchas veces los niños que vienen de padres alcohólicos terminan de adictos también.  Es muy posible que haya una relación fuerte entre estos dos fenómenos.  Quiero utilizar estudios pasados para localizar los patrones conductuales y alinearlos con mis propias experiencias para adquirir otra dimensión intelectual, posiblemente sobre cómo evitar terminar de adicto como mi padre y mi abuelo.